Empezamos la concentración con una buena paliza a escalar, ya que el primer día nos fuimos las tres cordadas a la clásica Game Over, una vía de 1000m con dificultades obligadas de 6b que escalamos hasta la Aguja Mirella, donde desistimos de escalar los últimos tres largos de la ruta debido a la hora y al desconocimiento del descenso desde el contrafuerte de Comalestorres. Por supuesto al día siguiente el cansancio y las agujetas solo nos dejaron hacer algo de escalada deportiva, donde se reunió con el grupo Lluis, que venía de hacer la vuelta en bicicleta al parque, “Pedals de Foc”. Más descansados y con todos los asistentes a la concentración, el grupo se dividió para distintos objetivos, unos fuimos a escalar la mítica Laura del sector “Durruti” y las otras dos cordadas fueron a escalar a la “Pared donde peta el riu Malu”, estas últimas sin demasiada suerte al no encontrar la ruta elegida.
Al día siguiente nos pegamos el madrugón y subimos todos juntos a las agujas de Comalestorres, unas moles de granito que se elevan a los pies del Comaloformo dominando todo el valle de Cavallers y donde se puede disfrutar posiblemente del mejor granito del valle, con mucho ambiente y vías de todos los niveles, predominando las fisuras con pequeños tramos de placa. Ese día se escalaron las rutas “John Lee Hooker” (200m/ 7a) y “El pistacho asesino” (240m/ 6a+), quedando entre la aproximación, la escalada y el descenso una jornada bastante completa. Y dejando el día siguiente para descansar y hacer acopio de reservas de comida en Barruera, incluso un par de valientes se motivaron y fueron a conocer el sector “Fisurometro” donde hay artificiales de un largo y fisuras de hasta 8a.
Después del día de descanso y bastante aclimatados al valle, decidimos hacer la arista de los Besiberris, una ruta que permite unir los tres tresmiles sin muchas dificultades pero con tramos muy aéreos y de gran belleza. Pertrechados con una cuerda por cordada y unos pocos fisureros comenzamos la aproximación a las 6,30h de la mañana y a las 10,30h ya estábamos en la cumbre del Besiberri Norte, después de ayudar a descender a un chico que sin mucha pericia y con material bastante poco adecuado había subido hasta esta cumbre, de la que conviene decir que solo se accede escalando, con dificultades de III como máximo pero con mucho patio y caídas muy feas, y como no es tan fácil bajar como subir estaba bloqueado en uno de los destrepes. Nosotros una vez en la cumbre seguimos la arista que conduce la Besiberri del medio donde se encuentra el único rapel de la arista, que se salva con una cuerda de 40m, y de esta cumbre al Besiberri Sur donde en el ascenso nos sorprendió una pequeña tormenta de granizo y pudimos sentir la temida electricidad estática que se genera en estas tormentas. Aunque la idea inicial era continuar la arista hasta el Comaloformo, la meteorología y el cansancio nos hizo decidir retirarnos después del último Besiberri, tres tresmiles en el día y por esta ruta ya estaba bien y el descenso había que buscarlo bastante entre las inmensas pedreras de esa parte de la montaña y al descender nos volvimos a mojar con otro chaparrón.
Esa noche volvió a llover y la amenaza de lluvia nos hizo cambiar de objetivos y dirigirnos a
Montanejos, donde despedimos la concentración con las fisuras del estrecho de Mijares,
“Crispunk”, “Triple directa”, “Los jinetes del apocalipsis” y los famosos baños de Montanejos, aparte del bingo popular en la plaza del pueblo, en el que no ganamos más que muchas risas.
Los participantes en la concentración de este año han sido Yannick García, Pascual Castillo, Carles Belda y Lluis Vernich y como técnico coordinador Miguel Anta, con la compañía del Director Técnico de Federación Noel Blasco. Esperamos que aumente la participación para los años venideros, aunque el coincidir una semana completa sea bastante difícil para todos, la experiencia y el nivel de aprendizaje creemos que merece mucho la pena.